Tom Ford Patchouli Absolu Eau Probador Unisex 100ml/3.4oz

Estreno: 2014
Tamaño: 100 ml (3.4oz) Género: Hombres y Mujeres Notas: Hoja de laurel, romero, musgo, aceite de pachulí, corazón de pachulí, pachulí, madera clara, madera de guaico, cipriol, madera de violeta, maderas de cachemira, haba tonka, ámbar, almizcle, cuero. .

Patchouli Absolu es la oda personal de Tom Ford a un ingrediente que se entrelaza con su propia historia. La nota olfativa icónica de la década de 1970, evoca la sensualidad desenfadada y el glamour nocturno, así como la embriagadora combinación de lo masculino y lo femenino que definió la época. Este aceite oriental perfumaba la piel tanto de las celebridades como de los bohemios de finales de los setenta, impregnando el aire de las fiestas de la jet set con un glamour oscuro y provocativo. El pachulí perfumaba el mundo que daría forma a la singular visión del estilo de Tom Ford. Hoy, Tom Ford reinventa este influyente ingrediente en una fragancia verdaderamente vanguardista para una nueva era. Patchouli Absolu fusiona tres versiones opulentas y claramente diferentes de este ingrediente vegetal icónico. El aceite de pachulí aporta una textura cruda y primaria; pachulí corazón, el extracto absoluto y ultralujoso de la planta, aporta un carácter terroso elusivo y refinado, y una innovadora versión del pachulí llamada Clearwood, utilizada por primera vez en perfumería, es la interpretación más exquisita y pura del oscuro y adictivo aroma del pachulí. firma jamás capturada. La fusión de estas tres facetas crea el corazón único y poco convencional de la fragancia. Crean un efecto de prisma, reflejándose entre sí para intensificar la profundidad y la intriga inherentes al pachulí. Patchouli Absolu tiene una firma hipnótica que late con un oscuro misterio. Patchouli Absolu se abre con oleadas tras oleadas de pachulí refinado que cubre tu piel como terciopelo marrón oscuro con brillo dorado. La dulzura picante se fusiona con maderas multifacéticas y un toque ahumado para crear una mezcla exuberante, profundamente sensual y con una enorme calidez. Tom Ford va más allá de la tierra polvorienta y el alcanfor ennegrecido de muchas fragancias tradicionales de pachulí, optando en cambio por sutiles toques de musgo verde y una brizna de hierbas frescas, todo envuelto con maderas oscuras y ámbar dorado. Al secarse, las maderas especiadas y ahumadas se vuelven cremosas y suaves con un toque de cuero que se siente como gamuza. El resultado final no sólo es lujoso, audaz y elegante de principio a fin, sino que está muy lejos del aroma sucio y crudo de los aceites de pachulí de los años 1970. En resumen, esta es una fragancia de pachulí para el siglo XXI, oscuramente sensual, lujosa y sofisticada.